
Y Dolores se levanta todas las mañanas de la cama con aquel huequito vacío y se viste, prepara el desayuno a su hija y la sonríe porque ella es lo único que le queda. Coge las llaves y con un gran suspiro sale a la calle, un suspiro para coger fuerzas. Allí está el atasco, el humo, el claxon de los coches, la gente que va de un lado a otro, pero a Dolores todavía le quedan fuerzas del suspiro.
Llega a la oficina y vienen las quejas, y Dolores que no cae bien y ella lo sabe. Sabe que nadie contesta a sus buenos días y que la gente siempre habla cuando ella da la espalda. Sabe que siempre toma el café sóla, que su pelo ya no es liso y que su ceño siempre anda fruncido.
Porque es verdad que era impertinente, que tardaba en contestar, pero es que Dolores siempre andaba buscando su trocito de suspiro.
3 comentarios:
★dejamecontarte Is this you? … :)!
Un poco mío y ahora un poco vuetro*
Según Vila-Matas:
"Quizás la mayor preparación para sobrellevar la vida fuera aprender el arte de romper con todo lo que nos resulta atractivo o nos parece imprescindible...convertirse en un perito de las despedidas. "
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